Una nueva mirada
enmarcada en un cuerpo desconocido
con toda una historia tras de sí
aparece ahora
tal y como los otros.
Pero en cuanto aparece
las plañideras se levantan
salen de grises torres
y entre sollozos me llevan al río
en los que he depositado mis diluvios
en el que flotan algunas luciérnagas
en baba
otrora luceros y soles de medianoche
y entre lastimeras vorágines
obligan a callar mi voz
metiendo fauces en el agua
ahora salada...
Y trato de levantarme
de secar mi rostro y mirar con claridad
y aparto de mí sus trémulas manos
su olor a pasado
sus vestidos de muselina
tejida con lancinantes agujas de melancolía
y empiezo a correr
hacia esa nueva mirada
hacia esos ojos que escriben notas grises
hacia eso tan azul que me hace sentir
en casa.
Y siento que cuando corro
la mirada se aleja de mí
como las plañideras lo cantan
pero si no lo hago
sus punzantes versos encallan en mi cabeza
y sus manos babosas
esconden mis labios
y me quedaría aquí, eternamente
asistiendo a los emparedamientos
de mis luceros tardíos en los muros
una y otra vez
hasta que el sol malobre mis pómulos
hasta que se frunza el ceño.
Porque si no corro
seré cautivo
de los abismos de amores truncados
de los cuales sot fruto, soy hijo, soy historia viva
me secaré en rencores
de los que sin culpa, soy presa
de las decepciones, de los desengaños
de una familia armada con retazos
de vidas maduras
de vidas en cuartos separados
de puertas bajo llave
de viandas con propiedad privada.
Porque si no corro
mi desenlace no se escribirá con otro matiz
será el mismo difuminado, el mismo maldito degradé
no será otra vida
sino será otro folio atestado de polvo y arrumado
entre viejos expedientes inconclusos.
Porque si no corro
el judío del madero volverá a morir
y sus promesas
un desgastado libro declamado hasta las náuseas
para vano sosiego de pusilánimes mentes
y uno que otro suertudo sencillo
Y todo lo que creo como verdad
se esfumará con el humo
de mis ansiosos cigarrillos
de los rápidos viajes
de la hoguera de mis ilusiones.
Corro
aunque un iluminado me dice que no lo haga
que no haga nada, que confíe
que el judío significa más que el madero
que confíe en él
pero no puedo, hoy no puedo
porque si no corro
las mujeres de húmedos rostros me susurrarán
que jamás abandonaré el vacío de estos barrancos
y el viento en mi cabello
apagará un grito en una noche contra el piso.
Corro
mientras imagino volátiles llegadas
para no creer que corro en vano
en bares, en clínicas y en ancianos
en lechos compartidos
en caricias de amanecer.
Corro
estoy corriendo
las llegadas se desvanecen
no sé a dónde voy
si me detengo, me alcanzan
y si corro
la mirada se aleja más de mí
me canso
estoy cansado
muy muy cansado....
1 comment:
Fascinante.
Saludos.
Chao.
Post a Comment